Hay historias que parecen sacadas de un cuento de hadas, y Col y Flor es una de ellas. Nació en los márgenes de un cuaderno mientras trabajaba en una oficina, soñando con una vida entre flores y verduras. Siete años después, ese sueño se ha convertido en un jardín lleno de vida y color.

La historia detrás del diseño
A veces, los mejores proyectos nacen de nuestros deseos más profundos. Col y Flor es mi jardín y huerta de flores de temporada, un espacio donde cultivo flores para floristerías y creo ramos únicos para personas que quieren llevar un pedacito de naturaleza a sus hogares. Es un lugar mágico donde invito a la gente a cortar sus propias flores y, pronto, a aprender en talleres mientras el jardín sigue expandiéndose y echando raíces.

El proceso creativo
Diseñar tu propia marca es como plantar un jardín: sabes exactamente qué quieres ver crecer. Quería algo que surgiera directamente de la tierra, tan natural y auténtico como las flores que cultivo. El logo lo pinté a pincel, dejando que cada trazo irregular contara su propia historia, como las venas de una hoja o los pétalos de una flor.